Carolina es una artista visual argentina, que reside en las afueras de la ciudad de Buenos Aires. En su arte, como en su vida, fusiona su pasión por la cocina, la exploración de objetos cotidianos y recuerdos de la niñez. Sus piezas, repletas de humor y vibrantes colores, sueñan con ocupar un lugar en mesas y hogares, fomentando encuentros humanos alrededor de la comida y enriqueciendo la vida cotidiana. A través de su trabajo, Carolina busca rescatar la esencia de los objetos que nos rodean. En un mundo cada vez más digitalizado, donde la tecnología parece haber desterrado lo tangible, ella destaca la importancia de las historias que cuentan las cosas.. Sus piezas no solo sacan una sonrisa, sino que también nos invitan a repensar nuestra relación con el entorno y a valorar los momentos de compartir. Hoy, Carolina continúa explorando nuevas dimensiones en su arte, siempre con la firme convicción de que cada objeto tiene una historia que contar, y que la creatividad es un puente hacia la conexión humana. Su legado es un recordatorio de que, en la simplicidad de lo cotidiano, encontramos la verdadera riqueza de la vida. En la actualidad, disfruta de las infinitas posibilidades que ofrece trabajar con la técnica cerámica. Sus piezas realizadas de arcilla blanca, están construidas con técnicas de plancha, rollo, colada y modelado. Una vez que se secan, las decora con engobes, pigmentos a base de arcilla, acuarelas o crayones, y a veces con lustres. Tras una primera cocción, sus piezas se rocían con un esmalte transparente antes de la segunda cocción. Esto sella toda la superficie y hace que los colores vivos resalten.